Midiatização, polarização e intolerância (entre ambientes, meios e circulações)

Colectivos, circulación de discursos sociales y movilización ciudadana: el caso #RosarioSangra 135 para Jelin (2007), “el familismo” es uno de los criterios centrales de legitimación de la voz pública en relación con los crímenes. Según Galar (2016), se trata de colectivos que suelen buscar ac- ceso a los medios de comunicación para convertirse en “interlo- cutores legítimos con los poderes públicos con miras a aportar definiciones sobre los problemas” (p. 80). No obstante, a diferencia de la organicidad que asumen agrupaciones como las de Madres o Abuelas de Plaza de Mayo, la pluralidad de familiares de víctimas de delitos violentos que se reunieron detrás del slogan #RosarioSangra para gestar y llevar a cabo las marchas promovieron consignas de gran heterogenei- dad ideológica, tan disímiles como la imposición de la pena de muerte, por un lado, y el reclamo de “más educación y menos gendarmes”, por el otro. ¿Qué tenían, entonces, en común? ¿Qué es lo que, en este caso, propició la gestión de la acción colec- tiva? Los reunía la experiencia de haber perdido a un hijo, un padre, un hermano en circunstancias relacionadas con el delito y la expresión de dolor e indignación por esa pérdida; en otras palabras, los unía la manifestación del afecto entendido, como plantea Dahlgren (2018), como el “lado colectivo de la emocio- nalidad” (p. 33). Como afirma el autor, “podemos comprender la importancia del afecto si consideramos que lo que moldea la participación es algo más poderoso que solo las ideas en la ca- beza de los individuos; la experiencia social” (DAHLGREN, 2018, p. 33). Fue, precisamente, ese afecto compartido, puesto en dis- curso, alrededor del cual se alentó inicialmente el compromiso y motivó la consecuente participación. Esto favoreció, al menos momentáneamente, cierta identificación con el opaco pedido de “seguridad y justicia” no sólo entre el colectivo de familiares sino, también, de miles de otros ciudadanos que participaron de la protesta. Aquí puede observarse claramente que, como ad- vierte Valdettaro (2012) en sus reflexiones sobre el fenómeno de la “Primavera Árabe”, la relación entre las plataformas me- diáticas y las calles es de inter-dependencia , porque ambos am- bientes funcionan como “ conectores-de-afectos-en-vivo ” (p. 161; el destacado es de la autora). ejemplos de colectivos familistas que tomaron y aún conservan presencia en el escenario público en reclamo por crímenes de lesa humanidad que el Estado co- metió contra sus propios ciudadanos” (REVIGLIO; CASTROROJAS, en prensa, s/p).

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