Midiatização, polarização e intolerância (entre ambientes, meios e circulações)

Mario Carlón 268 do al individuo con la responsabilidad y la necesidad de enfren- tarlos” (ibid., p. 40). En este contexto en el que el individualismo “es un destino, no una elección” (ibid., p. 39), ser un individuo, puede decirse, está lejos de ser una panacea. 20 Y puede volverse fácilmente en una situación intimi- dante si atendemos a que desde entonces es un destino que se ha vuelto cada vez más inestable, más demandante y complejo. Cuando Bauman escribe en el año 2000 aún no habían apareci- do las redes sociales mediáticas, que brindaron a los individuos la posibilidad de administrar, cada uno, su propio medio de co- municación (Facebook en 2004; YouTube en 2005; Twitter en 2006; Instagram en 2010; Snapchat en 2011; TikTok en 2016, etcétera). Administrar un medio de comunicación no sirve sólo para mostrarse y opinar, para satisfacer al famoso narciso pos- moderno. También implica para los individuos una exposición pública prácticamente obligatoria que permanentemente es evaluada por sus posicionamientos. Tener casi la obligación de manifestarse sobre la multiplicidad y complejidad de las cuestio- nes de época entre flujos de sentido que desbordan sus saberes y su expertise es, podríamos decir parafraseando a Beck, el destino del individuo contemporáneo, no una elección. Esto les sucede en los dos principales modos de circulación del sentido en los que se encuentran emplazados que caracterizan a nuestra época: el vertical-horizontal y el transversal (CARLÓN, 2020). Los individuos que administran sus propios medios de comunicación se encuentran emplazados en el modo vertical-ho- rizontal en relación con los discursos que llegan desde “arriba” (desde los medios masivos), y “horizontalmente” (desde las redes sociales mediáticas). Es decir que permanentemente tienen que pronunciarse sobre todo lo que, por un lado, informan los medios masivos y, por otro lado, de lo que les llega “horizontalmente” pro- ducido, apropiado, comentado y compartido por sus “pares”. Y se encuentran emplazados en el modo de circula- ción transversal cuando el sentido “viaja” desde “adentro hacia afuera” y desde “afuera hacia adentro”. ¿De qué? De su propia 20 “La autocontención y la autosuficiencia del individuo pueden ser también otra ilusión: que los hombres y mujeres no tengan a quien culpar de sus frustracio- nes y preocupaciones no implica, hoy más que ayer, que puedan defenderse de sus frustraciones” (BAUMAN, 2003 [2000], p. 39).

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