Sobre la hipermediatización como proceso y las sociedades hipermediatizadas como resultado 275 en 1995, según refiere, por Jean-Pierre Balpe. Según comenta, para Balpe, “la hiper-mediatización resultaría de la emergencia de los multimedios, los programas hipertextuales y la explosión provocada por esa suerte de hipertexto planetario que es Internet” (Verón, 1999, p. 9). Lamentablemente Verón no comen- ta mucho más la conferencia de Balpe, motivo por el cual no la refuta en la medida y en la profundidad en que lo hubiéramos deseado, por sobre todo porque el texto ha resultado hasta el día de hoy inhallable para nosotros. Pero no quedan dudas de la distancia que Verón toma de su proposición, dado que al cierre de ese primer apartado irónicamente dice: “Nadie ha propues- to todavía una buena teoría de la mediatización, pero ya se nos anuncia que entramos en la ‘hiper’…”. En ese texto fue la primera vez que tomamos contacto con el término hipermediatización. Realizamos dos rápidos comentarios, uno sobre la pro- puesta de Balpe y otro sobre la operación que en ese texto instaura Verón. El primero es que, al margen de los méritos que sin dudas posee la intervención de Balpe por lo que comenta Verón, que parece acorde a otras de la época basadas en la noción de hipertexto, vale la pena detenerse a reflexionar en los motivos por los cuales Verón puede haber rechazado que comenzara a hablarse en ese momento de hipermediatización. Anteriormente recordamos que Verón había distinguido desde inicios de los años ochenta dos sociedades, una mediática y otra mediatizada. No es difícil suponer, por consiguiente, que un nuevo término como hipermediatización propusiera a una tercera, a una so- ciedad hipermediatizada. Considerando lo que expresa, parece evidente que no creía que los hipertextos, por más importantes que fueran, podían tener un poder semejante, es decir, dar paso a una nueva sociedad. Dicho esto, concentrémonos un momento en su texto, porque en él se formula una pregunta muy relevante para la exposición que nos proponemos realizar. Nos parece importante destacar que Verón instaura una operación que va a ser crucial a lo largo de su obra, que es empezar a estudiar có o se construyen los colectivos sociales ar- ticulando su teoría de la semiosis social (que había expuesto en “El sentido como producción discursiva” apoyándose en la obra de Charles Sanders Peirce – Verón, 1987), las nociones socioló- gicas colectivos, individuos, medios e instituciones que intro-
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