Mediatization, circulation and social semiosis: references for critical analysis of platforms and algorithms 257 Si partimos, en el curso de una investigación, de un conjunto de discursos tomado como ‘corpus’ (D), éste puede ser encarado como una configu- ración de superficies discursivas constituidas por operaciones que reenvían a una gramática de producción (GP), la cual se explica a su vez por un conjunto de condiciones de producción (CP). Si la reconstitución de una GP puede ser considerada como un trabajo descriptivo, de identificación de invariantes operatorias identificadas en el conjunto D de superficies discursivas, la GP, una vez caracterizada, permite definir a D como una clase de discurso: es el caso de una GP como contrato de lectura de un medio de prensa, por ejemplo. Lo que nos interesa aquí es subrayar el hecho de que si el análisis nos permite articular la clase D de discurso a una gramática de producción dada, las propiedades de D así descritas no nos autori- zan a inferir los ‘efectos’ de esta clase de discurso en recepción: la clase D de discurso está sometida, en recepción, a una pluralidad de ‘lecturas’ o de in- terpretaciones, que designamos como gramáticas de reconocimiento (GR) de D, y que reenvían a su vez a condiciones de reconocimiento (CR) deter- minadas. Tenemos allí una prueba capital sobre la no-linealidad de la comunicación, que resulta del estudio empírico de la circulación discursiva (Boutaud; Verón, 2007, p. 3).11 11 If, in the course of an investigation, we start from a set of discourses, taken as 'corpus' (D), it can be seen as a configuration of discursive surfaces constituted by operations that refer to a grammar of production (GP), which is explained, in turn, by a set of conditions of production (CP). If the constitution of a GP can be considered as a descriptive work, of identification of operative invariants, identified in set D of discursive surfaces, GP, once characterized, allows us to define D as a class of discourse: this is the case of a GP as a contract for reading a media outlet, for instance. What is of interest here is to underline the fact that if the analysis allows us to articulate the class D of discourse to a given grammar of production, the properties of D thus described do not authorize us to infer the 'effects' of this class of discourse on reception; class D is subjected, at reception, to a plurality of 'readings' and interpretations, which we call Recognition Grammars (GR) of D, and which refer, in turn, to determined recognition conditions (CR). This is a capital proof of the non-linearity of communication, which results from the empirical study of discursive circulation (Boutaud; Verón, 2007, p. 3).
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