Redes, sociedade e pólis: recortes epistemológicos na midiatização

Mario Carlón 238 en el que, por ejemplo, la especificidad de las imágenes icóni - co-indiciales de la era moderna y posmoderna que aun circulan en la posmodernidad tiende a desparecer con el argumento de que pueden digitalizarse o de que a todas accedemos a través de una interfaz. Como dice Manovich (2006 [2001]): La interfaz moldea la manera en que el usuario con- cibe el propio ordenador. Y determina también el modo en que piensa en cualquier objeto mediático al que accede a través del ordenador. Al despojar a los diferentes medios de sus diferencias originales, la interfaz les impone su propia lógica (p. 113). 9 Nuestra posición en este punto es: a) que el anterior sistema de medios masivos con sus lenguajes y dispositivos se ha transformado en muchos aspectos pero no ha desaparecido , b) que la indicialidad se ha tornado débil , incluso como saber lateral, y su sujeto espectador ha perdido la inocencia (CARLÓN, 2016), pero aún persiste y su actividad es tan importante para comprender los discursos contemporáneos como el saber sobre lo digital 10 , 9 Es el problema de los enfoques generalistas. Al igual que sucede con la digitali - zación, la importancia de las interfaces no debe reducir los herramentales analíti- cos, porque los necesitamos para dar cuenta de la complejidad. En nuestra era los medios masivos siguen funcionando, en muchos aspectos, en base a fenómenos que fueron conceptualizados con categorías como dispositivos, lenguajes, medios, etcétera. Aunque las cámaras sean digitales, la televisión en directo sigue siendo fuertemente icónico-indicial. Tampoco es una interfaz: su sujeto espectador es básicamente el histórico, un testigo mediático de los acontecimientos (CARLÓN, 2004). El cine en sala, que se encuentra en crisis pero tampoco ha desaparecido, tampoco lo es: filmes que se apoyan en narrativas transmediáticas recientes como Toy Story 4 , por ejemplo, se basan en su discursividad fuertemente en un conjunto de operaciones de montaje de larga tradición, como la secuencia, y si bien su suje- to espectador no es el de viejos filmes de Disney , muchos aspectos persisten: iden- tificación con la cámara, textos no interactivos durante más de dos horas, sujeto espectador cuya posición está definida por el texto, etcétera. De lo que se trata, en definitiva, es de no simplificar, porque una de las razones por las cuales domina el incremento de la complejidad en la historia de la mediatización es porque los dispositivos de producción de sentido antes que desaparecer se acumulan. 10 Rápido ejemplo: las selfies. Son fotografías digitales, que circulan a través de in - terfaces, pero es imposible comprenderlas si no comprendemos la importancia que tiene en ellas la dimensión icónico-indicial.

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